Follione

Cuando calentamos nuestra casa con leña, la sensación es totalmente diferente a cuando utilizamos cualquier otro sistema de calefacción. No se trata tan solo del tipo de calor, se trata de la experiencia en conjunto: el ruido que hacen los troncos al arder, con ese crepitar constante que tanto relaja; el color del fuego, que es absolutamente hipnotizante, con sus diferentes tonalidades rojas y anaranjadas; el olor de las plantas que se mezclan con la lecha para que aromaticen el ambiente…

Pero también es cierto que para calentar tu casa con leña debes de tener una buena instalación. El tiro tiene que funcionar perfectamente para que el humo sea absorbido en su totalidad y salga al exterior. Y, si vamos a realizar reparaciones y obras de rehabilitación en casa, nunca está de más pensar en la posibilidad de instalar un sistema que distribuya el calor de la chimenea del salón por toda la casa de modo que se aproveche en todas las habitaciones. La chimenea deja así de ser un capricho en el salón para pasar a ser la forma principal de calor de la vivienda.

Si cuentas con espacio, algo común en las viviendas de toda la vida que se calentaban con leña, contacta con empresas de Venta de madera Galicia y compra la leña para todo el año durante el verano. Esto tiene varias ventajas, la primera es que al comprar por adelantado los precios serán más bajos. Además, como no habrá tantas ventas, no tendrás que esperar luego si llega el frío de forma inesperada. Algunas empresas permiten comprar durante el verano, pero hacen el envío en septiembre. Como el tiempo es bueno, no tendrás riesgos de que se te empape la leña antes de que puedas guardarla y si se mojara por un chaparrón, tendrá tiempo a secar sin problemas.

La chimenea será además un elemento decorativo muy importante en tu casa. Hoy existen sistemas de seguridad muy eficientes si hay niños, por lo que esto tampoco va a ser un problema para disfrutar del fuego con total tranquilidad. Estos sistemas también evitan que puedan saltar chispas o pedacitos de leña con brasa y causen fuego en los muebles o en las alfombras. Por suerte, hoy tener una chimenea es mucho más seguro y limpio de lo que ha sido nunca, pero igual de bonito que ha sido siempre.