Las mascotas proporcionan bienestar y apoyo emocional a sus dueños, alivian el sentimiento de soledad y pueden ser un revulsivo contra el estrés y la depresión. Sin embargo, la convivencia con animales lleva aparejada una serie de inconvenientes, siendo los malos olores uno de los más difíciles de sobrellevar. Aunque en tiendas y supermercados pueden encontrarse neutralizadores en spray que elimina olores de Perro o gato, se recomienda identificar la causa exacta de este problema y ponerle remedio.
La actividad de las glándulas sebáceas está detrás del olor acre y desagradable que desprenden los felinos y canes en momentos determinados. Aunque la liberación de sebo y otras secreciones es un proceso natural, su acumulación propicia que se concentren microorganismos cuya descomposición produce este efecto indeseable.
La falta de higiene también da lugar a malos olores. La mezcla de grasa, caspa y suciedad se aglutinan en el pelaje de la mascota en su día a día. Mantener una rutina de aseo semanal ayuda a prevenir este problema, además de evitar las infecciones por hongos, la sarna o la tiña.
Otro ‘enemigo’ declarado del aseo y el buen olor en animales de compañía es la humedad. En ambientes húmedos o después de una excursión pasada por agua, es importante secar correctamente a aquellos perros o gatos con una toalla o un secador eléctrico, en especial de aquellos con abundante pelo (persas, husky siberiano, etcétera). Por esta característica, son tendentes a retener la humedad, que es siempre un caldo de cultivo para las bacterias y residuos que, al degradarse, producen un olor hediondo.
El mal olor de perros, gatos y otros animales de compañía no solo ahuyenta a las visitas. Convivir con este problema acarrea serios problemas para la salud humana, como el aumento del riesgo de contraer infecciones cutáneas o desarrollar dolencias cardiovasculares.
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